Vielha y su legado románico
|El legado artístico y arquitectónico que el románico dejó en Vielha es una parte muy importante de su atractivo turístico.
Junto a su gran patrimonio natural, sus fiestas, la gastronomía aranesa y la gran oferta de ocio, las visitas a iglesias, edificios o casas típicas del valle son sin duda oportunidades únicas para para recordar un poco una parte del pasado y uno de los grandes valores con los que toda la comarca presume de atraer al turismo en cualquier época del año.
Destaca de manera especial la arquitectura religiosa. Todo el valle está lleno de iglesias, ermitas, capillas, pinturas y tallas que nos hablan del paso por estas tierras de otros pueblos y culturas, siendo la mayoría de este legado de estilo románico, buena parte de ellos ya con transición al gótico.
Una buena opción si pasamos unas vacaciones o hacemos una escapada a esta zona es realizar una ruta del románico, la cual será muy enriquecedora, puesto que no sólo vamos a conocer con ella el gran patrimonio artístico que encierra el valle, sino que mientras la recorremos podremos ir descubriendo nuevos rincones naturales y conociendo sus hermosos pueblos y a sus amables gentes.
A falta de poder relacionar aquí la gran cantidad de joyas artísticas y arquitectónicas que podemos encontrar en nuestro recorrido, describiremos algunas de ellas a modo de ejemplo, tras lo cual relacionamos una lista con las obras que no deben dejarse de ver a lo largo de la ruta.
La Iglesia de Sant Miquel de Vielha es un ejemplo de románico tardío, con transición al estilo gótico. Fue edificada entre los siglos XII y XIII, aunque tiene algún anexo añadido más tarde, como sus dos últimas capillas. En su portada podemos ver unos capiteles con figuras que representan la Resurrección y la Gloria.
Es de destacar su pila bautismal románica, así como un Cristo que está esculpido en un gran bloque de piedra empotrado, cuya conservación actualmente no es la más óptima. Sin embargo, lo más importante que contiene la Iglesia es una talla del Cristo de Vielha e Mijaran. Está hecha en madera policromada y posiblemente sea una de las imágenes pertenecientes al románico catalán de más belleza.
La Iglesia de San Martín de Gausac fue construida entre los siglos XIII y XIV, por lo que es de estilo gótico, aunque tiene varios elementos románicos. Lo más notable de ella es la torre del campanario. En sus muros tiene relieves con caras humanas y en la portalada un Cristo en la piedra que llama la atención por tener ambos pies juntos, cosa nada propia de aquella época, aunque el Cristo esculpido en la Iglesia de Sant Miquel de Vielha tiene las mismas características.
La Iglesia de Sant Andreu de Salardú data de los siglos XII y XIII, por lo que es también románica con transición al gótico. Destaca enseguida de ella su campanario, ya que es octogonal y de dos pisos. Junto a su altar hay unas valiosas pinturas al fresco, que han sido restauradas recientemente. Lo más remarcable de esta iglesia es la imagen que guarda en su interior, del Cristo de Salardú, una de las imágenes más emblemáticas del Valle de Arán, y que se encuentra presidiendo el altar mayor.
La Iglesia de Santa Eulària d’Unha fue construida en el siglo XII, pero posteriormente se le hicieron modificaciones, en los siglos XVI y XVIII. Por tanto, podemos decir que tiene elementos de tres estilos diferentes: románico, gótico y renacentista. En la semiesfera que forma su ábside central conserva unas pinturas románicas de gran valor, las únicas de todo el valle en este estilo. Son de destacar sus dos pilas bautismales, siendo una de ellas por inmersión.
Forman parte asimismo de la ruta del románico las iglesias de Santa María de Vilamós, Sant Estèue de Montcorbau, Sant Pèir d’Escunhau, Sant Estèue de Betren, Sant Fèlix de Vilac, Santa Maria de Cap d’Aran de Tredòs, Sant Blai de Les, Sant Andrèu de Casau, Sant Pèir de Betlan, Mair de Diu dera Purificacion de Bossòst y Santa Maria d’Arties.